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DECÁLOGO PARA FOMENTAR LAS EMOCIONES POSITIVAS

  1. No te compares con los demás, tampoco te compares a los demás contigo mismo. eres una persona única y debes respetar tu singularidad. Siempre habrá alguien que tenga más cualidades que tú en algo, pero no en todo.
  2. No te envíes mensajes negativos. Deja de criticarte. Los pensamientos negativos conducen a sentimientos negativos y minan tu autoestima. Por ello, envía un “stop” ante pensamientos como: “no valgo para…”, “no soy…”, “no tengo…”, “nunca consigo…”, “jamás llegaré a …”
  3. Sé indulgente con los demás y contigo mismo. Recuerda que nadie es perfecto, no lo exijas a los demás, pero tampoco a ti mismo. Envíate mensajes alentadores,  como:  “lo intentaré de nuevo”, “la próxima vez tendré más cuidado”, “es conveniente que emplee otros medios”, etc…
  4. Rodéate de personas que te quieren y déjate querer. Acércate a las personas que de verdad te aprecian. No tengas miedo de recibir afecto, ni de mostrarlo. La expresión de los afectos positivos aumenta la capacidad de amar y disfrutar de las relaciones. Son caricias esenciales y vitaminas emocionales.
  5. Repasa tus cualidades, escúchalas y acéptalas cuando te las dicen. Tómate tiempo de vez en cuando para repetírtelas y tomar conciencia de ellas. Esto no enorgullece, sino que te responsabiliza para actuar de acuerdo con esas cualidades.
  6. Recuerda la influencia que las emociones tienen en la salud.  Cuando estés inquieto o perturbado párate a pensar qué te pasa, identifica qué es lo que sientes, pon nombre a esos sentimientos y emociones, reconócelos como tuyos y exprésalos. Será catártico, y además, te permitirá tomar conciencia sobre la parte de responsabilidad que tienes en lo que te ocurre.
  7. Regálate aquellas cosas que hacen que te sientas mejor: Un masaje, tu desayuno favorito, un paseo por el campo o la playa, un libro, ir al cine, charlar con un amigo, escuchar tu música preferida, etc…
  8. Coloca el pasado en su lugar. Los hechos pasados a veces son irreversibles, no pueden cambiarse, sin embargo, sí puedes cambiar la actitud que adoptes al respecto.  La influencia positiva o negativa de lo que te ocurrió puede trabajarse. El cambio es posible.
  9. No vivas continuamente desde los “tengo que”. Cuando te encuentres pensando así, revisa sinceramente quién te dice que “tienes que”… hacer, decir, ocultar, pensar, cumplir con, etc… Puedes cambiar esta frase por “quiero”, “he decidido”, “asumo”, “he optado por”, “prefiero”… producirá efectos emocionales más saludables.
  10. Acéptate tal y como eres en la realidad, y acepta a los demás como son. Éste es un camino a recorrer, no una meta. El conocimiento personal es progresivo, en cada etapa de nuestra vida descubrimos nuevas dimensiones personales. Tú no eres responsable de cambiar a los demás, pero puedes empezar por cambiarte a ti mismo.

Acepta lo que te ocurre en la vida, pero sin determinismos, sin resignación y sin derrotismos.

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