La inteligencia emocional es la habilidad de comprender, manejar y expresar nuestras emociones de manera efectiva. Además, nos otorga la capacidad de interactuar con los demás de manera empática y consciente, fortaleciendo nuestras relaciones y nuestra vida emocional.
La inteligencia social implica, además, una profunda comprensión de nuestros procesos emocionales y los del resto, así como el manejo adecuado de las respuestas fisiológicas y psicológicas que generan.
La regulación emocional efectiva y la empatía son procesos que involucran tanto a la mente como al cuerpo.
El cerebro está diseñado para interpretar y responder a través de una compleja red de circuitos neuronales.
Es esencial regular nuestras respuestas empáticas. Hay tres estrategias claves para hacerlo:
1-Regulación del sistema nervioso
2- Desarrollo de la claridad mental
3-Atención a la voz interior