Calendario de Adviento:
Día 6: Valentía
Estos son los ingredientes básicos de la valentía: el miedo que nos avisa de los riesgos, los propios valores que nos impulsan, la acción sostenida o el esfuerzo, que nos hacen fuertes y los cambios que realizamos en nuestra vida. Una persona miedosa es la que no se enfrenta al miedo. Alguien valiente asume sus propios retos y realiza las acciones necesarias para que el miedo no le aplaste.
CLAVES PARA APRENDER A SER VALIENTE
¿A menudo defiende su postura ante una oposición fuerte o el dolor y el desengaño suele vencerle? Se puede aprender a ser valiente, la psicología positiva asegura que es un hábito que se desarrolla con la práctica. Además, la valentía, como el miedo, es contagiosa.
1-Practique Respiración Transformacional.
Esta técnica ayuda a transformar las emociones negativas para tener mayor energía. El miedo bloquea el diafragma. Inhale por la nariz en el abdomen hasta sentir la boca del estómago en cuatro tiempos y exhale también por la nariz en ocho tiempos. Cuando exhale mentalmente afirme ¡sí, puedo! Hágalo varias veces al día.
2-Rediseñe su vocabulario del miedo.
Nuestro diálogo interior puede producir temor. Sustituya no puedo por si quiero puedo. Debería por podría. No es mi culpa por tengo la posibilidad. Es un problema por es una oportunidad. No estoy satisfecho por puedo aprender y crecer. Tengo miedo por pase lo que pase puedo afrontarlo.
3-Busque la situación más probable para decidir.
Tenemos tendencia a creer a pies juntillas lo que dice la mente alarmista cuando se tiene miedo. Imagine la peor opción (catastrofista), ahora la mejor (mágica). Imagine entonces la más probable y con esta última póngase en acción. Si se equivoca siempre puede corregir.
4-Haga el diagrama de la valentía.
Busque un proyecto personal. Haga un diagrama poniendo a la derecha lo que quiere alcanzar. En la casilla de salida, a la izquierda, ponga su miedo. Coloque una chincheta en el punto en el que se encuentra actualmente. Cada mañana mírelo y diga ¿estoy en el mismo sitio?, ¿cuál es mi próximo paso? Póngase pequeñas metas y vaya cada día un poquito más lejos. Si un día no ha podido avanzar no se enfade consigo mismo.
5-Visualice lo que quiere obtener.
Imaginar que consigue lo que desea, ayuda a desensibilizarse de lo que produce temor, para que no permita que el miedo le impida correr riesgos necesarios. Además, le ayuda a evitar a otros enemigos de la valentía, como la queja y la culpa.
6-Actúe.
El valiente no vive en un mundo diferente, pero asume la responsabilidad de vivir.
(c) Isabel Serrano-Rosa