Mediación y negociación



¿Qué es la mediación?

La mediación es un método  de prevención y resolución de conflictos, alternativo al judicial, que se lleva a cabo entre los interesados y con el apoyo de una tercera persona, el mediador. 

Está legislada a nivel nacional, con la Ley 5/2012, 6 de julio, de mediación en asuntos civiles y mercantiles y, a nivel autonómico, con la  Ley 1/2007, de 21 de febrero, de Mediación Familiar de la Comunidad de Madrid.

Tal y como la ley indica, la mediación se basa en la voluntariedad y libre decisión de las personas que participan y en la intervención de un mediador, cuya participación activa está orientada a la solución de la controversia por las propias partes. Por ello, la figura del mediador es esencial, puesto que es quien ayuda a encontrar una solución dialogada y voluntariamente querida por las partes.

¿Por qué elegir mediación?

  1. Es más barato y más rápido que cualquier procedimiento judicial.

  2. Te enseña a manejar formas efectivas de resolver problemas y a tener más control cuando surgen las diferencias y los desacuerdos.

  3. Es un proceso informal, flexible y no estresante, en el que tú decides las soluciones. Ningún otro lo hace por ti.

  4. Ofrece acuerdos realistas y posibles adaptados a tus necesidades.

  5. Te permite seguir manteniendo una relación estable y respetuosa con la otra/s persona/s. 

  6. Te enseña a negociar para el futuro.

  7. Tiene en cuenta cómo te sientes además de qué es lo quieres.

  8. Te apoya en el manejo emocional con el resto de personas implicadas (hijos, hermanos, ex parejas, compañeros de trabajo…).

¿Cómo la puedo solicitar?

Para poder iniciarla basta con que cualquiera de las personas implicada en el asunto lo solicite; el procedimiento, dará comienzo cuando todas las personas acepten.

¿Cómo es el proceso de mediación?

Se lleva a cabo en sesiones presenciales, confidenciales, que pueden ser individuales o con todas las personas  reunidas, junto con el mediador.

Es un proceso flexible en el que el mediador ayuda a los que participan a diseñar el proceso que mejor se adecúe a sus necesidades.

El mediador es un tercero neutral cuyo objetivo es asegurar a todos que la comunicación en las sesiones sea equilibrada, respetuosa y que se centra en la búsqueda de las mejores soluciones para quienes participan.

El mediador se encarga, al final del proceso, de redactar un acuerdo de mediación en el que figuran los acuerdos alcanzados por las partes y que es firmada por ellos.

¿Cuál es el coste de la mediación?

El coste de una mediación es menos de una tercera parte que un proceso judicial. Se calcula dependiendo de:

  1. Cuántas personas están implicadas

  2. La complejidad de los objetivos a acordar

  3. El número de sesiones de mediación

¿Cuáles son sus características?

Voluntariedad: las partes son libres de acogerse a la mediación, de desistir en cualquier momento y de alcanzar los acuerdos, conforme a derecho, que estimen oportunos.

Imparcialidad: el mediador asegura que se tengan en cuenta los intereses de las dos partes y que se preserve la igualdad de las mismas en la negociación.

Neutralidad: la persona mediadora ha de ayudar a alcanzar los acuerdos sin imponer solución alguna, ni medida concreta, ni influir en el contencioso de las mismas.

Confidencialidad: el mediador y las partes han de mantener el deber de confidencialidad en relación con la información de que se trate. Los informes que se elaboran a lo largo del proceso de mediación tienen carácter reservado.

Buena fe: los participantes en la mediación actuarán según las normas de la buena fe. La comunicación ha de ser respetuosa, evitando malos tonos y juicios de valor.

Autocomposición del conflicto: la solución no viene impuesta por terceros sino que es negociada; asumida y acordada por las propias partes.

Colaboración de las partes: el desarrollo de la mediación promueve la colaboración y apoyo permanente entre el mediador y ambas partes.

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